El Betis se quedó este martes sin día de descanso. Antes del pitido inicial de Pérez Lasa el plan de trabajo de la semana era uno, pero después de lo visto en Son Moix el técnico no dudó en cambiar la programación inicial de la semana.
Pepe Mel citó a todo su plantel este martes a la seis de la tarde en la Ciudad Deportiva. El técnico no estaba para bromas. Tal como había anunciado en la rueda de prensa postpartido, ''tocaba recapacitar''. Y ese fue el objetivo principal en el día del martes.
El técnico, que todavía no da crédito a la actitud que exhibió su equipo en la primera mitad, no ha querido pasar página sin antes echarle el correspondiente rapapolvo a un plantel que no parecía ser consciente el lunes de que Europa es un objetivo demasiado goloso para un club que no cruza fronteras desde 2005 como para no dejarse el alma en cada minuto de los partidos que restan.
Además, lo cierto es que llueve sobre mojado. El propio Javi Chica reconocía al término del encuentro que están regalando muchas primeras partes.
El Sevilla, tanto en el Pizjuán como en el Villamarín, Getafe, Valladolid y Athletic de Bilbao últimamente también han evidenciado estar más metidos que los verdiblancos.
El Betis ha hecho lo más difícil y su temporada es de notable alto, pero lo que no quiere Pepe Mel es que sus hombres piensen que ya está todo el trabajo hecho y que dejen escapar el premio gordo por falta de intensidad. No es la primera bronca que mete Mel en el descanso de un partido. Frente al Sevilla ya se puso más que serio con los suyos y el lunes en Mallorca tampoco se mordió la lengua.
El equipo ha reaccionado bien durante la temporada a las llamadas de atención del entrenador. La segunda parte ante los nervionenses y frente al Mallorca así lo atestiguan. Pero no es suficiente.
El domingo llega el Zaragoza. Y a los de Jiménez no les queda otra que matar o morir. Por eso Mel no ha querido dejar pasar ni 24 horas para ponerle las pilas a sus jugadores. Es ahora o nunca y está en sus manos...
El plantel entiende el mosqueo de Mel. Los jugadores son los primeros que han hecho autocrítica y propósito de enmienda. Y el domingo deberán demostrarlo ante una grada ansiosa por celebrar una clasificación continental.
Molina intentará llegar
Tras la arenga, los titulares apenas hicieron trabajo de descarga y se metieron al vestuario. Los que no jugaron o menos minutos acumularon sí trabajaron junto a varios futbolistas del filial que reclamó el técnico.
Todos los ojos siguen puestos en Jorge Molina, que el martes comentó con Mel sus sensaciones antes de retirarse del terreno de juego. De momento va muy poco a poco pero el reto es intentar llegar al partido del Zaragoza. El tobillo ya lo tiene curado pero sigue con la vaina de los tendones inflamada y eso le impide ejercitarse con normalidad.
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